Supongamos que no: que no lo pensaste, que no lo quisiste así. Que no son los árboles los que gritan mi nombre sino tus ojos que no encuentro en la oscuridad.
Supongamos que mis pies, una vez más, han equivocado el camino.
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4 comentarios:
Vivimos equivocando el camino... casi una profesión moderna.
Saluditos.
equivocar el camino nos hace descubrir nuevos, hacer nuevos, podria decir: caminante no hay camino, se hace camino al errar el camino que otros le dijeron llevaba a la roma idilica, ponele.
besos
Y luego de haber supuesto eso, charlotte, necesitamos excusas nuevas.
Los pies suelen equivocarse...lo importante es que despues sean capaces de volver sobre sus pasos y elegír otro camino, hasta encontrar el correcto...
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