Yo daba mil vueltas,
jamás comprendí tus ronquidos después de esa mierda
ni mi obsesión por resguardar tu sueño
cuando el mío no llegaba.
Yo daba mil vueltas,
no me hallaba entre tus sábanas,
no me estremecía al abrazarte,
no más del frío que erizaba mi piel.
Creo que tal vez te desperté
me dormí por fin, pensando en qué diría mi nota.
Entraste a la ducha,
no tendí la cama.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Excelente. Después de That shit y de la sinfonía de ronquidos es fundamental no tener ningún tipo de miramientos con la cama!
qué bueno que hayas vuelto a escribir en tu blog, te extrañaba.
jota.
"mi obsesión por resguardar tu sueño mientras el mío no llegaba"
tremendo...
los sueños que no llegan y el resguardo... como que uno se está resguardando del sueño, al final.
buen post!
m.
y hay que hacer que llegue el sueño
aunque sea llamandolo a gritos
Publicar un comentario